La culpa produce un gran malestar y afecta en la toma de decisiones, en las relaciones y en la vivencia de experiencias. Actúa en varios niveles y depende de las características de cada individuo, de los estereotipos sociales y de los aprendizajes tempranos.
La culpa puede ser adaptativa y permitirnos reconocer errores, ofrecer disculpas y poner en marcha conductas de reajuste para cambiar el modo de actuar en futuras situaciones. Además, favorece que actuemos conforme a las normas y los códigos éticos y morales. Sin embargo, la culpa también puede ser disfuncional o desadaptativa y verse acompañada de emociones displacenteras como tristeza, angustia, frustración, impotencia o remordimiento, entre otras, y de pensamientos reiterativos e improductivos.
El grado de flexibilidad y tolerancia hacia los errores que cometemos o podríamos cometer, nuestra capacidad de aceptación, nuestro grado de empatía, son factores que ajustan nuestras interpretaciones y valoraciones, y nos liberan de la culpa.

Irene Rodríguez
La Culpa
- septiembre 7, 2021
- , 3:56 pm
- , Blog
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